La relación entre la nutrición y el entrenamiento se remonta en la década de 1800, donde la sociedad empezó a entender el entrenamiento como la suma del ejercicio y la dieta. Actualmente, la nutrición es un factor determinante del rendimiento deportivo, especialmente en carreras de larga distancia. Pero, que debemos tener en cuenta y a que hacemos referencia cuándo hablamos de periodización nutricional?
Debemos diferenciar entre los conceptos "periodización nutricional" y "entrenamiento nutricional" siempre atendiendo a que la temporada no es un proceso lineal. Por un lado, nos referimos a periodización nutricional cuando hablamos de las estrategias o intervenciones que vamos a utilizar en nuestra dieta dependiendo del periodo en que nos encontremos de la temporada y en función de los entrenamientos, que tendrán un beneficio a largo plazo. Por ejemplo, en un periodo de pretemporada nos puede interesar mantener una dieta baja en carbohidratos para favorecer la oxidación de lípidos y así normalizar nuestro peso corporal. Por otro lado, el entrenamiento nutricional esta enfocado específicamente al objetivo en cuestión y forma parte de la periodización nutricional. Por ejemplo, si el objetivo es mejorar el metabolismo de las grasas será necesario realizar algunas sesiones de entrenamiento con poca disponibilidad de carbohidratos para conseguir las adaptaciones específicas.
Como vemos podemos utilizar la misma estrategia (baja disponibilidad de carbohidratos) en dos situaciones diferentes. La periodización nutricional buscará unos beneficios a largo plazo utilizando una o varias estrategias a lo largo de la temporada y el entrenamiento nutricional se centrará en un objetivo más específico y de manera puntual para conseguir unas adaptaciones también a largo plazo.
En el artículo según Asker E Jeukendrup (2017) se definen diferentes métodos de entrenamiento nutricional para la consecución de ciertas adaptaciones según el objetivo específico que se busque y en función de la periodización nutricional propia de cada deportista. No existe un método mejor que otro, simplemente tienen diferentes fines o mismos objetivos pero difieren en el proceso de ejecución. La nutrición debe ser totalmente individualizada en función de los objetivos, del nivel de entrenamiento, de los requerimientos específicos de cada deportista y de la temporada o el ciclo de entrenamiento (Mujika et al., 2014).
Entrenar con restricción de carbohidratos o con alta disponibilidad de ellos puede tener efectos beneficiosos para el rendimiento deportivo. El problema surge, como hemos comentado anteriormente, que ni el entrenamiento ni el rendimiento son lineales y como consecuencia la nutrición tampoco. Por lo tanto, las preguntas que debemos hacernos son, ¿Cuándo me conviene un método u otro?, ¿Qué dosis es la correcta?, ¿Qué efectos me conviene en este periodo de la temporada?, entre otras. La evidencia científica aún es incoherente en este campo, por lo tanto es muy importante la ayuda de un profesional en este sentido.
Como comenta también Asker E Jeukendrup (2017) en el artículo, el entrenamiento de nuestro intestino es clave para minimizar las problemáticas que éste nos puede ocasionar en carrera y que es muy habitual que suceda, sobre todo en disciplinas de más de 2h. Las causas a este suceso pueden ser mecánicas, fisiológicas o nutricionales. Y existen diferentes recomendaciones generales para poder prevenir este acontecimiento, cómo por ejemplo la restricción de alimentos ricos en fibra los días antes a la carrera. Además, es imprescindible el entrenamiento de la estrategia nutricional en carrera, siempre de manera progresiva. Durante el ejercicio, la sangre circulante se dirige a las partes más demandantes, en este caso las piernas, además de los sistemas vitales. En el caso del intestino delgado, que es donde se absorben la mayoría de los nutrientes, no es un órgano supuestamente demandante durante la práctica deportiva, hasta que ingerimos algún alimento. Por lo tanto, debemos enseñar a nuestro organismo a tratar esta ingesta durante la carrera.
Para finalizar, una breve mención a los suplementos y a las ayudas ergogénicas. Claramente nos ayudarán en dos aspectos principales: aumentar el rendimiento deportivo y acelerar el proceso de recuperación. Es muy importante que la utilización de suplementos sea paralela a una alimentación completa, equilibrada, variada, suficiente, fraccionada, adecuada, práctica, atractiva y saludable y además, que estos suplementos sean inocuos y tengan un respaldo científico (International Society of Sports Nutrition).
Marc López, 2023